Docentes y estudiantes integrantes del proyecto de extensión

Docentes y estudiantes integrantes del proyecto de extensión
Parte del equipo de trabajo

martes, 4 de agosto de 2015

MITOS Y VERDADES RELACIONADAS CON LA CASTRACIÓN DE LAS MASCOTAS

En las campañas de esterilizaciones masivas o en el consultorio es frecuente que los propietarios de mascotas posean dudas de la conveniencia de realizar control quirúrgico de la natalidad basados en mitos urbanos y no en realidades científicas

Aquí transcribimos algunos de los mitos más frecuentemente oídos:

MITO Nº1
¿Es verdad que la perra/gata debe tener al menos una camada o parto antes de ser "castrada?
No hay razones médicas y/o de salud por la cual la hembra debe tener al menos un parto. Se encuentra fehacientemente comprobado que la esterilización temprana antes de su primer celo resulta más beneficiosa.

MITO Nº2
Mi perra/gata es tan especial, linda y buena que quiero tener un cachorro/gatito que sea igual a ella
Cada individuo es único y por esa tazón ninguna cría será "copia" fiel a sus padres. Los atributos de belleza son hereditarios pero la cría no es copia al carbón de sus padres.

MITO Nº3
Si castro a mi perro, no cuidará mi casa
El perro mantiene su instinto de territorialidad para proteger el hogar donde vive y en consecuencia a sus moradores

MITO Nº4
Si castro a mi perro/gato se sentirá menos macho
Las mascotas no poseen el sentido de identidad sexual. La esterilización no hará cambiar las conductas del perro, a excepción de las reproductivas.

MITO Nº5
La esterilización/castración es antinatural para la mascota y es una molestia para el animal
Desde el momento que un propietario se responsabiliza por una mascota, también se debe responsabilizar por su capacidad de reproducirse. Pensar que la esterilización puede generar molestias a la mascota es asumir un sentimiento de ella que no posee. 

MITO Nº6
Si hago castrar a mi mascota, ésta se volverá obesa y perezosa.
La mascota esterilizada tiende a engordar, pero el peso que aumenta también se relaciona con la cantidad de alimento que le proporciona el propietario. Para prevenir la obesidad hay que ofrecerle una dieta equilibrada y ajustada a los requerimientos de la mascota.